La energía solar es una fuente de energía renovable que se obtiene a través del aprovechamiento de la radiación solar. La radiación solar es la energía que proviene del sol en forma de luz y calor, y es aprovechada gracias a la utilización de paneles solares y otros dispositivos diseñados específicamente para convertir esa energía solar en energía eléctrica o térmica.
Para entender cómo se obtiene la energía solar es importante conocer el proceso mediante el cual los paneles solares capturan y convierten la radiación solar en electricidad. Los paneles solares están compuestos por células fotovoltaicas, las cuales están hechas de materiales semiconductores, generalmente silicio. Estas células fotovoltaicas tienen la capacidad de absorber la luz del sol y convertirla en electricidad a través del efecto fotovoltaico.
El efecto fotovoltaico es el fenómeno que ocurre cuando la luz solar golpea los átomos del material semiconductor y libera electrones. Estos electrones, al estar en movimiento, generan una corriente eléctrica que es capturada y utilizada como energía eléctrica. El principio básico de funcionamiento de los paneles solares se basa en este proceso de conversión de la luz solar en electricidad.
El proceso de obtención de energía solar comprende los siguientes pasos:
Captación: Para obtener energía solar, es necesario instalar paneles solares en lugares estratégicos para captar la máxima cantidad de radiación solar. Estos paneles solares se colocan en techos, fachadas, terrenos, o cualquier otra superficie expuesta al sol. Es importante que los paneles solares estén orientados de manera que reciban la mayor cantidad de luz solar posible, por lo que se colocan en ángulos y direcciones específicas según la ubicación geográfica.
Conversión: Una vez que los paneles solares captan la radiación solar, las células fotovoltaicas convierten esta energía solar en electricidad. Cada célula fotovoltaica produce una pequeña cantidad de electricidad, por lo que se agrupan en paneles solares para generar mayor cantidad de energía. Esta electricidad generada es corriente continua (CC).
Almacenamiento: La corriente continua generada por los paneles solares no se puede utilizar directamente en la mayoría de los dispositivos eléctricos y electrónicos. Por lo tanto, es necesario convertirla en corriente alterna (CA) y almacenarla en baterías o inyectarla a la red eléctrica. Los inversores o convertidores de corriente son los encargados de realizar esta conversión y adaptar la electricidad solar para su uso en hogares, industrias o cualquier otro lugar donde se necesite energía eléctrica.
Utilización: Una vez que la energía solar se ha convertido en corriente alterna y almacenada o inyectada en la red eléctrica, se puede utilizar para alimentar los dispositivos eléctricos y electrónicos. La energía solar puede abastecer la iluminación, los electrodomésticos, el aire acondicionado, la calefacción, la carga de vehículos eléctricos y muchas otras aplicaciones.
La energía solar no solo se utiliza para generar electricidad, también se puede aprovechar para calentar agua o realizar otros procesos térmicos. Los paneles solares térmicos utilizan la radiación solar para calentar agua y posteriormente utilizarla en actividades como la calefacción, la piscina o incluso en procesos industriales que requieren agua caliente.
En resumen, la energía solar se obtiene a partir de la radiación solar captada por paneles solares que contienen células fotovoltaicas capaces de convertir la luz solar en electricidad. Esta electricidad puede ser almacenada en baterías o inyectada en la red eléctrica para su uso posterior en dispositivos eléctricos y electrónicos. Además, también se puede utilizar para generar calor a través de paneles solares térmicos. La energía solar es una fuente de energía limpia, renovable y abundante que cada vez se utiliza más debido a su gran potencial para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y mitigar el cambio climático.